La Fiscalía de Nueva York acusa a PepsiCo de contaminar el río Buffalo con sus envases de plástico desechables, y por engañar al público sobre sus esfuerzos por eliminar residuos.
Según el documento de la acusación, la mayoría de plásticos que se recolectan cada año en las orillas de ese río, situado al noroeste del estado, son botellas, tapones y envoltorios de snacks, que se van rompiendo hasta formar microplásticos, y PepsiCo es la marca predominante que se identifica, muy por delante de otras.
La fiscalía argumentó que la empresa es responsable de un “perjuicio público” contra los residentes de la ciudad de Buffalo y su entorno, ya que se han detectado microplásticos tanto en el agua potable que la localidad obtiene del Lago Erie, cercano a la desembocadura, como en los pescados de ambas aguas.
La empresa no respondió a un correo de EFE solicitando una reacción a la demanda.
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